corrupción política.
Hace referencia al uso inadecuado
del poder para beneficio propio o de un grupo reducido de personas que buscan enriquecer
sus intereses individuales, pero ¿dónde inicia la corrupción? No se tiene una fecha
o un punto de partida exacto solo sabemos que esta palabra la escuchamos todos
los días, y el caso de hoy es más grave que el de ayer, va desde nuestros dirigentes
políticos, contratistas públicos o privados.
Cada cierto tiempo tenemos la
oportunidad de ejercer la democracia mediante el voto, el propósito de esta
actividad es elegir a unas personas que nos representaran teniendo en cuenta
las necesidades de una comunidad; cuando estas personas están en campañas y dándose
a conocer llueven las buenas ideas y buenos propósitos para las personas más
vulnerables, para la educación, para la salud, la vivienda, pero ¿qué hay detrás
de esas buenas intenciones? ¿Qué hay detrás de los ladrillos, las tejas, los
refrigerios y los almuerzo y la compra de votos al momento de las elecciones? “La
grave situación en La Guajira, donde en 2015 el Instituto Colombiano de
Bienestar Familiar (ICBF) detectó 898 niños desnutridos, ha sido denunciada por
las comunidades indígenas que habitan la zona y la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos ya solicitó en diciembre del año pasado al Estado colombiano
tomar medidas para evitar más muertes.” Podríamos tomar este caso como ejemplo para
hablar más claro de la corrupción, como es posible que jueguen con la alimentación
de los niños de la guajira si uno de los programas impulsados por el gobierno y
aprobados por el senado son la erradicación del hambre, que ningún niño se vaya
a la cama sin comer, pero no les están llegando los recursos porque el
contratista amigo del político no responde, porque las condiciones higiénicas
del lugar no son las adecuadas pero tampoco hacen los arreglos necesarios, los
niños viven muy lejos y no les es posible llegar al sitio donde se alimentan,
pero tampoco arreglan las vías, los niños se enferman por su mala calidad de
vida, pero luego resulta que no cuentan con un hospital o un centro de salud
que les garantice una atención adecuada y este se convierte en una muerte prematura,
una persona que pudo haber sido significativa para la sociedad muere antes de
tiempo porque los recursos destinados para garantizar su supervivencia no
llegaron porque de camino se quedaron.
